La investigación científica enfatiza el papel crucial del juego en el desarrollo
de los niños, ya que el juego influye en las habilidades cognitivas, sociales y motoras.
Los estudios han demostrado que el aprendizaje a través del juego mejora:
- Habilidades cognitivas: El juego promueve el desarrollo de procesos
mentales y resolución de problemas. - Habilidades sociales: La cooperación y el compartir durante el juego mejoran
la comunicación y la empatía. - Habilidades motoras: Las actividades que requieren movimiento físico mejoran
la coordinación y las habilidades motoras finas.